AQUEL TRASPLANTE...
Aquel trasplante de médula, en la vida de Pablo, a sus cinco años, fue como esa bocanada de aire fresco que necesitaba, para que el pequeño ya pudiese hacer la vida que necesitaba con sus juegos, con sus amiguitos del cole y sus papis Teo y Mary, había un lugar para la alegría y ya el camino seria un camino renovado sin enfermedad, sin ese bicho todo por Pablo...