Para mi querida madre, de nombre Felisa, que un día de casi treinta y tres años, partió a su mundo a los cincuenta y cinco años, ese cáncer de pecho, ya no lo pudo vencer, por desgracia, él la venció a ella, no quiso vivir, sentía una pena demasiado íntima en su alma, y aunque estábamos a su lado, en esos momentos difíciles se dejó marchar, y comenzó otro caminar para mí, a mis quince años, en la puerta de la adolescencia, sólo me quedo un camino, mi propio camino, luchar por mí, por mis metas, por mis sueños, el escribir, fue para mí, ese aliciente que necesitaba, quería decir y nadie podía entenderme, y pensé que la mejor manera, era plasmar mis sentimientos en aquel papel, con mis poesías, mis comentarios, mis novelas, y mi nueva etapa, nunca me vine abajo, nunca derroche lágrimas, si he de reconocer que tuve algún bajón, pero mi fuerza interior, era mas fuerte que todo eso, por eso en la vida, es necesario, tener una renovación y sentir otra renovación, para ella, para mi querida madre, que siempre ha sido mi voz de la conciencia, y hoy es mi ángel, mi luz, esa magia que domina mi positividad, junto a él , papá...Feliz viernes amigos de la asociación, a pesar de esta enfermedad nunca hay que tirar la toalla, la vida es demasiado bonita para perderla, no hay que dejarse morir, hay que dejarse vivir.