Ese corazón de miel, en la vida de Miguel que ha superado ese cáncer de garganta, tras varias operaciones, y ya ha dejado las sesiones de quimio, y de radio, hoy descansa por la arena de esa playa, en compañía de Oscar, su pareja, y vuelve a saborear la brisa en su rostro, y piensa que tras esa tempestad siempre llega la calma, y ese sol vuelve a relucir, vuelve a salir, por el mismo horizonte, en otro horizonte, sabe que ya puede ver esa meta, la ansiada meta...Feliz domingo amigos es necesario ganar y vencer esa batalla sin lágrimas y con ese afán de superación.