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domingo, 29 de mayo de 2016

ANDRESA...


Tenía un nombre muy peculiar, se llamaba Andresa, la conocí en ese gimnasio de rehabilitación, compartiendo fatigas y charlas, con nuestros ejercicios, ella tenía una pierna operada desde hace unas semanas, y tenía que ejercitarla, también estaba luchando por ese cáncer de pecho desde hacía un tiempo, asistía a esas sesiones de quimio, y de radio, ya había pasado por una operación, y ya sería la última, Andresa, tenía un gran sentido del humor, se reía de si misma, sabía que aquello sólo sería un contratiempo, y lo fue, unos meses después estaba totalmente recuperada, sonreía, seguía bromeando, el día que le dieron el alta definitiva, las dos nos fuimos a aquel bar, y nos contamos nuestras vidas, los minutos de esa claridad, las ilusiones, ella se sentía de otra manera, en un presente, que le gustaba, todo ese sacrificio, todos los momentos, habían merecido la pena...Feliz domingo amigos de la asociación, siempre existe una segunda oportunidad que da la vida, vivirla a tope.