Y se volvió a nacer, porque de aquella maldita enfermedad, con años de lucha, Andrea fue operada, aquella tarde de un verano al azar, y ya en esa habitación, la esperaban, sus padres, su hermano, Nicolás, y su pareja, Luis, ella, los miro a todos, y por su rostro, caían unas lagrimas de una emoción infinita, había merecido la pena, después de años, de impotencia, rabia y desesperación, desde los seis años, luchaba contra ese cáncer, y hoy a sus veinte, ese sueño de una meta lograda, se ha echo realidad, Andrea, ya podrá pasear, con Luis, por las calles, de la ciudad, por la arena de esa maravillosa playa, y los dos miraran a ese cielo, recordando a ese Ángel, llamado Gabriel, el padre de Luis, que hacía un año, se había ido a su mundo, y les había ayudado tanto, los dos dijeron Papa lo hemos conseguido... Feliz tarde y noche amigos, tras esa tempestad, la calma espera.
