En alguna inmensidad, mi recordada Angela, nos dejo ese duende, esa fortaleza, porque ante ese cáncer durante un tiempo, unos años, ella luchaba por la batalla, por ganar su batalla, operaciones, sesiones cada mañana de quimio, de radio, de oscuridad, de no saber que hacer, y si, se recuperó, durante un tiempo, y volvió a tener una recaída, de nuevo una operación tras otra metástasis, hasta que una tarde de otoño, dejó la toalla, porque ya no podía más, estuvo una infinidad de tiempo luchando, y ya no pudo más, se fue a su casa, tuvo el cariño de sus hijos, de sus nietos, de su gente, Ángela se preparaba para partir, a su nueva vida, a su cielo, finalmente esa enfermedad, ese cáncer le venció, y sólo nos queda la admiración de una mujer luchadora, que aunque no ganó la batalla, supo luchar y sonreir hasta el último momento, besos Ángela...Feliz martes amigos de la asociación aunque alguien parte a su cielo, vosotros tenéis que luchar siempre por ganar la batalla.