La espera para Gabriel, que se le hacía una eternidad, miraba a su reloj, estallaba de los nervios, llegó el momento para entrar en ese quirófano, se iba a someter a una operación de cáncer de estómago, tuvo esos ánimos de su familia, su esposa, sus hijos, sus amigos, todos estaban allí, unas horas después, Gabriel fue llevado a la habitación, estaba adormilado por la anestesia, unos segundos después, llegó el Doctor Sanz, para hablar con la familia, ha salido muy bien, no hay porque preocuparse, tendrá que someterse a una pequeña radio, pero sin importancia, una semana después salía de aquel hospital, con otra ilusión, en casa, por fin en casa, visitas de colegas, de amigos, risas, y por fin había llegado, todo fue rápido, la radio en esa clínica de nuevo cada día, y ya pasó, la meta, había sido lograda, y la espera mereció la pena...Feliz domingo amigos de la asociación, la espera merece la pena porque al final todo es positivo.