La carta de nuestro amigo, Pope, fue especial, luchando con ese cáncer durante varios años atrás enfrentado a las operaciones, a las sesiones, a la metástasis, y aunque su lucha contra todas esas barreras de enfermedad, no pudo ser, una mañana de un invierno, Pope, a los treinta se fue a su mundo, y nos dejo, un legado, un recuerdo para todos sus amigos, esa carta, esa carta escondida en su armario, en su habitación, y una tarde, la otra tarde, su hermana Andrea, me la dio, y me dispuse a leerla, Queridos y maravillosos amigos, como podéis ver, esta claro que ya me queda muy poco o escaso tiempo, para estar entre vosotros, y sólamente quiero dejaros estas lineas para cuando me haya ido, entonces vais a entender como me sentía, o lo que se pasaba por mi mente, siempre he estado enamorado de Alba, nuestra amiga, casada con Teo, también nuestro amigo, y lo he llevado en ese absoluto secreto, y ahora que ya no estaré entre vosotros, quiero que lo sepáis, mi verdad, esa verdad, ese secreto, que yo no lo podía decir, Alba, ha sido mi luz, mi horizonte, mi debilidad, yo a su lado, como ese amigo, ella, mi amiga, y mis sentimientos a flor de piel, soñaba con besarla, con tenerla, con amarla, pero esta enfermedad no me dejo, me dejo irme con ese cáncer, y será un destino que ya no estará escrito, gracias amigos, se que me vais a comprender, lo siento Alba...Feliz miércoles amigos de la asociación, en la enfermedad, la ilusión tiene que estar allí.
