En ese calendario, a dos metros de su pensamiento, Ramón ya se imaginaba curado ante ese cáncer, que le había cambiado su forma de pensar, de ver la vida, en aquellos momentos estaba pasando la enfermedad, sin miedos, porque sabía que iba a salir de aquella prueba que le había mandado el destino, Ramón asistía cada mañana a las sesiones de quimio, de radio, a nuevas operaciones, pero lo iba llevando todo con esa entereza que le caracterizaba, nunca se achicaba, nunca se tomaba nada demasiado en serio, apostaba por su vida, por su sendero de la prueba, que le estaba tocando por vivir, tenía siempre el apoyo, de su pareja, Cristina, de sus familia, de sus hijos, de los padres, sabía que no estaba sólo, los amigos estaban a su lado en tan difíciles momentos, y Ramón, ya imaginaba que iba a salir de aquello...Feliz jueves, amigos de la Asociación, como Ramón, lo que importa es mirar hacía adelante y apostar por llegar a ese destino, que es la meta.
