La salud de Ana, de recuperación ante esa enfermedad, ante ese cáncer, ya va sonriendo, ya está dominando la situación parece que esta puerta abierta en su destino, le ha echo ver la magia de las cosas, de los minutos, ya ha dejado en el pasado, la operación, las sesiones de quimio, de radio, ya está en casa, ante la protección de su pareja, Robert, y de sus dos hijos, Lola y Guillermo, hoy ha salido a la calle de la mano de su amor, ha mirado al sol, acariciando su rostro, y por primera vez, Ana, ha comprendido que tras la tempestad, la calma se aproxima a esa estabilidad emocional, que ella tanto necesita...Feliz domingo amigos de la asociación, esa salud que se convierte en valentía.
