Se llamaba Emilia, era una señora con esa entereza, que es tener un cáncer de pecho, y mantener siempre la sonrisa, a pesar de las circunstancias, la recuerdo cada día, paseando con su hija, con su nieta, y ese brazo muy inflamado por todas las sesiones a las que se sometía, aquellas operaciones, no fueron una curación, nunca llego a la meta, porque falleció unos meses después, ya que la metástasis, había recorrido todo su cuerpo, nunca olvido a Emilia, porque me enseño lo que era tener fortaleza, a pesar, de todo, ella vivía entre la oscuridad de su situación y el momento de alguna claridad, siempre tuvo el cariño de su esposo, Manuel, de sus hijas, de sus nietas, nunca estuvo sola, y nunca se sintió sola, tenía esa magia personificada, que le hacía ser una persona importante, cierro los ojos, y veo la sonrisa siempre en sus labios, derrochando ternura, y transmitiendo amor, hoy es esa estrella en el cielo que brilla con esa luz, que invade nuestro caminar...Feliz miércoles amigos de la asociación, aunque ese destino se lleve a las personas, es necesario nunca tirar la toalla, es por vosotros.