Fede, ya se sentía más seguro de si mismo, y más feliz, al saber que ya tenía superada esa enfermedad, ese cáncer, tras unos cuantos años, de sesiones, de operaciones, de nuevas pruebas, y ya era el momento, de esa meta, de gritar a los cuatro viento, que estaba curado, y que se sentía de otra manera, veía ese vaso medio lleno, y ante todo protegido por ese grupo de amigos, de familia, y de su chica, Ana, quería dejar para el pasado la incertidumbre de aquellos días, las palabras del médico, la depre, los bajones, y ahora a partir de aquel momento, quería centrarse en lo que verdaderamente le importaba sus proyectos de trabajo, de ocio, y de llegar a ese fin del mundo, ante la bocanada de aire fresco, ante esa nueva libertad, su libertad...Feliz fin de semana, amigos de la asociación, ante esa mirada hacía adelante, y la lucha con esa fortaleza emocional.