En el sepelio de Marga, me encontraba muy triste, estuvo luchando a tope por esa enfermedad, por ese cáncer y él pudo con ella, tras las sesiones, las operaciones, la metástasis, allí comenzaba cada día a irse su vida, lo que había pactado, para recuperarse, todo quedo atrás, siempre fue una mujer luchadora, maravillosa, que nunca perdió la sonrisa, porque ese sentido del humor, esa vitalidad, hicieron de ella, una meta constante, pero aquel cáncer, venció, y no la dejó vivir, Marga de esas personas con las que se podía pensar en voz alta, era la inspiración, la sensibilidad, el encanto personificado, aquella enfermedad la dejó sin recursos, a pesar de, a pesar de intentar, y no pudo ser, ahora me siento con esa voz de la conciencia que es ella, que me dice infinidad de cosas, que siempre la siento a mi lado...Feliz tarde, amigos de la asociación, esto ocurre, pero ante todo nunca se tira la toalla, no se puede dejar de vencer.