Sincera, se sentía Paula, ante esa enfermedad, ante ese cáncer que en aquellos momentos tenía que enfrentar, no tenía miedo, estaba ilusionada por como estaba saliendo todo, las sesiones, los momentos de esa incertidumbre, salía a la calle, de la mano de Pablo, su chico, que estaba a su lado en todo segundo de esa prueba que le exigía la vida, esa segunda oportunidad, ella no tenía miedo, porque sentía esa fortaleza emocional, esa forma de aceptar con total lucha, para ganar la batalla, e ir a por todas, sincera, ante esas palabras de aliento, que le servían para aferrarse a esa nueva operación, y que el doctor ya le había dicho, que todo iba a ir muy bien, porque los últimos análisis le habían salido mejor de lo esperado...Feliz sábado, amigos de la asociación, siempre adelante, sin tirar la toalla.
