Magda se sentía en otra inmensidad, era una mujer fuerte, con esa energía interior, con esas ganas de una lucha, había plantado cara a ese cáncer, y ya veía todo desde otro punto de vista, se había recuperado en su totalidad, y en esos últimos análisis había salido mucho mejor, se sentía con otra seguridad, había ganado la batalla, nunca se sintió sola, tuvo el apoyo de su familia y amigos, sentía esa libertad, esas ganas de hacer cosas, de tomar esa segunda oportunidad, que le había dado el destino, de una manera especial, para Magda, comenzaba un nuevo caminar, otro descenso, era un sentir, era una inspiración, se iría de vacaciones a esa playa maravillosa, con su pareja, Oscar, y su niño, Efren, esa enfermedad, ya la tenía superada, y comenzaba el devenir de otros sentidos...Feliz tarde de martes, amigos de la asociación, todo irá saliendo.